Teniendo en cuenta mi inexperiencia en este tipo de medios de comunicación y considerando que este puede ser un buen instrumento para compartir inquietudes, conocimientos, dudas y, por qué no, quizá también soluciones y respuestas, he optado por comenzar hablando un poco de mis orígenes.
No sé si conoceréis Ávila. Es una ciudad pequeña y hermosa, dura y encantadora, fría –desde luego--, pero acogedora. Entre nosotros, es una ciudad histórica. Si tenéis la oportunidad de dar un paseo por sus calles empedradas y estrechas, rodeadas de palacios defensivos y sólidos, podréis imaginar sin dificultad que por allí han pasado personajes importantes: unos mejores y, otros, no tanto. Pero allí han pasado cosas.Ávila fue una pieza importante en el desarrollo de la reconquista peninsular. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI, en 1085, había necesidad de repoblar las extensas tierras de la meseta castellana. El encargado de esta tarea en la ciudad de Ávila fue el yerno del rey, Raimundo de Borgoña.
Con los años pasarán por allí reyes y reinas de Castilla (en un precioso monasterio dominico —Santo Tomás— está el sepulcro del infante don Juan, el único hijo varón de los Reyes Católicos [si tenéis oportunidad no dejéis de ver ese monasterio, suele pasar desapercibido a los turistas]) y santos y santas de la Iglesia famosos en toda la cristiandad.
Pero volvamos a la muralla. El citado Raimundo fue el encargado de ordenar su construcción, la cual se prolongó desde1090 a 1099, según la generalizada creencia; no obstante, los estudios más recientes han puesto de manifiesto que su datación real es algo más tardía, comenzando su ejecución a mediados del siglo XII para acabar en los últimos años de dicha centuria (GUTIÉRREZ ROBLEDO, José Luis. Historia de Ávila. Institución “Gran Duque de Alba”, 2ª edición, 2003, tomo II, p.p. 481 y ss.)
No vamos a negar que a lo largo de casi mil años se han necesitado rehabilitaciones, pero, os aseguro, para el que no haya tenido oportunidad de contemplarla, que se conserva extraordinariamente bien. De hecho es la única muralla románica de España que se mantiene completa. Tiene planta rectangular y rodeaba totalmente a la ciudad, con su imponente aspecto defensivo.
Para el que disfrute con los datos, debe saber que tiene una longitud de algo más de dos kilómetros y medio y nueve puertas o arcos de acceso a la ciudad. Aún hoy por muchos de ellos existe circulación rodada, así que tened mucho cuidado si pasáis por ellos en coche, no sea que destrocéis alguna piedra. Tenía en su origen 88 cubos o torreones (son esa especie de cilindros salientes del muro que se ven en las fotos) y 2.500 almenas. En el siglo XVI fue eliminado uno de los cubos junto a la cabecera dela Catedral , para llevar a cabo la construcción de la capilla de san Segundo anexa al templo y consagrada al patrón de la ciudad –si tenéis ocasión podéis acceder a dicha capilla por la calle del mismo nombre, sin tener que pagar la entrada a la Catedral , y echad una moneda para iluminar el interior, es sobrecogedor--.
Si tenéis la suerte de ir a Ávila no os paréis solo a probar su deliciosa carne, subid a la muralla, ya hay muchas zonas que se pueden visitar y recorrer… soñando lo que debían sentir quienes, hace mil años, se asomaban a sus almenas para defender a sus habitantes.
Pero volvamos a la muralla. El citado Raimundo fue el encargado de ordenar su construcción, la cual se prolongó desde
No vamos a negar que a lo largo de casi mil años se han necesitado rehabilitaciones, pero, os aseguro, para el que no haya tenido oportunidad de contemplarla, que se conserva extraordinariamente bien. De hecho es la única muralla románica de España que se mantiene completa. Tiene planta rectangular y rodeaba totalmente a la ciudad, con su imponente aspecto defensivo.
Para el que disfrute con los datos, debe saber que tiene una longitud de algo más de dos kilómetros y medio y nueve puertas o arcos de acceso a la ciudad. Aún hoy por muchos de ellos existe circulación rodada, así que tened mucho cuidado si pasáis por ellos en coche, no sea que destrocéis alguna piedra. Tenía en su origen 88 cubos o torreones (son esa especie de cilindros salientes del muro que se ven en las fotos) y 2.500 almenas. En el siglo XVI fue eliminado uno de los cubos junto a la cabecera de
Si tenéis la suerte de ir a Ávila no os paréis solo a probar su deliciosa carne, subid a la muralla, ya hay muchas zonas que se pueden visitar y recorrer… soñando lo que debían sentir quienes, hace mil años, se asomaban a sus almenas para defender a sus habitantes.